"Pero al besarla, sentí
mi labio sin movimiento,
porque un negro pensamiento
me asaltó allí.
¿Quién sabe si el vivo ardor
de mi boca osada, ansiosa,
no iba a secar ya la rosa
de su pudor?
¿Quién sabe si tras mi fiel
beso, otro labio vendría
que ambicioso borraría
las huellas de él?
¿Quién sabe si iba el desliz
de mi labio torpe, insano,
a volver su mano, mano
de meretriz?
Mano asquerosa, infernal (...)"
José Jacinto Milanés, romántico cubano y feminista